
La consigna con que nos comunicábamos y la veíamos hasta impresa en las franelas desapareció.
El vamos bien! No existe en estos momentos cuando el dólar rebasa el millón seiscientos mil bolívares generando más hambre en un país ya azotado por ella.
Unas fuerzas opositoras divididas en parcelas que para colmo se atacan unas a otras olvidando quien es el verdadero contrincante. Un régimen que a pesar de mostrar una falta de convocatoria en diciembre, de incrementar la represión y anunciar medidas violatorias de la constitución sigue avanzando con sus planes.
El rector de la UCAB padre Jose Virtuoso hace un llamado a la reflexión, a revisar donde fallamos y a construir una hoja de ruta que entusiasme al país, pero parece caer en oídos sordos, en el peor de los sordos, el que no tiene impedimento físico pero que simplemente no quiere oír.
Los partidos montando tiendas aparte y los líderes también. El llamado frente Amplio pareciera que tomó vacaciones decembrinas y no se ha reintegrado. Para colmo el debate electoral vuelve a la palestra entre dimes y diretes en los que los candidatos del régimen no se tocan ni con el pétalo de una rosa.
Luis Jose Marcano con una gestión gris en la alcaldía de la capital del estado, paso a ser el candidato lista del Polo Patriótico y después de las elecciones donde sale electo diputado lo nombran protector del estado para que empiece a mover las piezas para su campaña a la gobernación.
En algunos sectores de Barcelona hasta se celebra que llegó algo de agua por las tuberías dejando claro que nos estamos acostumbrando a la miseria y lo hacemos sin protestar. En cuatro días asume la presidencia de los EEUU Joe Biden quien aunque no es Donald Trump muchos le traspasan la esperanza de que nos solucione nuestro problema…
Ciertamente ni estamos ni vamos bien, pero nadie le pone el cascabel al gato y al que lo intente le caemos a piedras sin estar ninguno de nosotros libre de culpas. Da la impresión de que aramos en el mar, luchamos contra la corriente y gastamos pólvora en zamuros cuando lo que deberíamos hacer es buscar un disfraz de indiferente, apático o lo que los griegos definen como idiota e irnos a celebrar los carnavales en Guanta donde parece qué hay agua para tirar pa’arriba.
La esperanza es como una planta , hay que abonarla , ponerle agua y para algunos ayuda decirle unas palabras , porque sino muere. #ClaroQueSiSePuede